Reseña de la exposición LUCIANO FABRO. Palacio de Velázquez. Parque del Retiro. Madrid. MNCARS. Hasta el 12 de abril de 2015. Comisario: João Fernandes.
Artista cercano a Piero Manzoni y Enrico Castellani, Luciano Fabro (Turín, 1936–Milán, 2007) es uno de los escultores contemporáneos más relevantes del panorama italiano e internacional de la segunda mitad del siglo XX. Figura destacada del Arte Povera, fue muy activo a partir de comienzos de los años sesenta, realizando piezas instalativas y acumulativas a través de materiales tradicionalmente ajenos a la creación artística, como cristal, espejos, tubos metálicos, seda etc. Sus obras estimulan la reacción sensorial del espectador, al que se ofrece una experiencia de gran intensidad plástica y conceptual. Entre 1968 y 1975 realizó una de sus series más conocidas, Italia, compuesta por representaciones de la península en materiales muy diferentes y posiciones insólitas.
Esta exposición de carácter antológico, que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) presenta, hasta el 12 de abril, en el Palacio de Velázquez, es la primera gran retrospectiva sobre el artista realizada desde su desaparición, en 2007.
Luciano Fabro, un artista central de la escultura contemporánea
Esta exposición, organizada por el museo madrileño en colaboración con Silvia Fabro, el Archivio Luciano e Carla Fabro, Enagas y el Instituto Italiano di Cultura, reúne una serie de obras esenciales para la comprensión de la trayectoria creativa del artista y de la singularidad de su trabajo.
Luciano Fabro formó parte de aquella generación de artistas que, en la Italia de la segunda postguerra mundial, fueron profundamente influidos por la obra artísticamente rompedora de Lucio Fontana y del ya mencionado Manzoni. Agrupados en el movimiento del Arte Povera (término acuñado por el crítico Germano Celant en 1969) estos artistas recurrieron a materiales sencillos y de uso cotidiano, realizando obras bastante críticas con la industrialización, la sociedad estandarizada y el consumo masivo. En el caso de Fabro, su actitud crítica se dirigía también hacia el pasado de su país y a su profundo arraigamiento a la tradición histórica, artística, cultural y política.
Como escribe el crítico italiano Renato Barilli, en su célebre libro L’arte contemporánea, las obras de Fabro se caracterizan por una “vocazione monumentale” (vocación monumental), que se expresa a través de la recuperación y exaltación de materiales “pobres” (trozos de tela, paja, madera, yeso etc.) y una redefinición de los valores plásticos del espacio.
Según el comisario de la exposición, el portugués João Fernandes, ex director del Museo Serralves de Oporto y actual subdirector del MNCARS, “Fabro, como los artistas de su generación, como Mario Merz, Anselmo, Zorio o Paolini, ha empezado a utilizar materiales muy modestos que venían de lo cotidiano y los ha utilizados en contextos en los que los contrastaba con otros materiales mucho más sofisticados, que eran como herederos de una sociedad más tecnológica”.
En este video se pueden ver algunas interesantes imágenes de la exposición:
En la muestra se pueden ver más de cincuenta obras, representativas de las diferentes series realizadas por Fabro en su vida, y se puede apreciar el papel que tuvo este artista en la exploración de nuevos caminos en la escultura contemporánea.
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