La idea más extendida es que la motivación del coleccionista es el placer que le transmiten los objetos que colecciona. Pero la realidad es que no es ésta la única motivación; existen también estímulos psicológicos que despiertan el interés por coleccionar. Un factor importante es el orgullo y satisfacción por adquirir obras de arte y objetos exclusivos. También el momento de la búsqueda y encontrar una pieza rara provoca en el coleccionista la satisfacción de conseguir un objeto deseado además del reconocimiento y admiración de otros coleccionistas.
El coleccionismo para muchas personas es una afición infantil, pero es un hecho objetivo que grandes coleccionistas han empezado su colección a una edad temprana y han seguido profundizando y adquiriendo obras de arte, objetos raros o vintage, libros, etc a lo largo de toda su vida.
El coleccionismo es una costumbre muy antigua. En la cultura mesopotámica ya se tienen noticias de colecciones reales, también de los faraones del Antiguo Egipto. Grecia, y sobre todo la expansión de las fronteras del Imperio Romano aumentan la afición por el coleccionismo de objetos bellos que además los utilizan como un signo de posición social y poder. Coleccionistas importantes fueron también los Medici, grandes mecenas y protectores de artistas en el Renacimiento. Los reyes y la nobleza a través de los siglos han atesorado importantes obras de arte y ya en el siglo XIX se incorpora a esta élite una próspera burguesía en los países industrializados.
Hay quien considera a los museos como grandes coleccionistas, pero los museos no nacen como creadores sino como guardianes de colecciones. Los museos europeos se nutren en general del rico patrimonio de los diferentes estados y de sus colecciones reales. Tal es el caso del Museo del Prado, concebido en origen como Real Gabinete de Historia Natural por el conde de Floridablanca, prácticamente destruido durante la invasión napoleónica y recuperado en 1819 por Fernando VII como Museo Real de Pinturas. Si nos referimos a museos de países de reciente historia como los Estados Unidos de América, sus fondos proceden de adquisiciones propias y donaciones.
¿Cómo se forma una colección? ¿Cuál es el perfil del coleccionista actual?
Las colecciones reflejan la evolución en el gusto de la sociedad según las distintas épocas, sin embargo, el perfil y personalidad del coleccionista varía poco y son muy similares. En todos los casos les une la pasión por poseer obras de arte, objetos bellos o singulares.
Los últimos años del siglo XVIII y primeros del siglo XIX es un punto de inflexión para el coleccionismo debido a la desaparición de la tutela que los reyes y nobles ejercieron sobre los artistas. Es el interesado, asesorado o no, quién decidirá qué artista despierta su interés. Surgen figuras como el marchante que actúa como intermediario entre el coleccionista y el artista y se puede considerar el antecedente del galerista.
Los cambios sociales del convulso siglo XX traen consigo la aparición de movimientos artísticos muy diferentes en su forma de expresión de los existentes hasta entonces. Son movimientos que se caracterizan por su radicalismo y ruptura con todo lo anterior. La motivación del coleccionista es diferente, así como la búsqueda y compra de las piezas que van completando su colección.
Las subastas de arte y el coleccionismo
El siglo XX supone un cambio radical para el coleccionismo no sólo en el objeto de la colección sino también en quién colecciona. En este sentido el crecimiento mundial de las salas de subastas de arte ha impulsado el acceso para el público a un gran número y variedad de obras y objetos tanto en tipología como en valor. Es, sin lugar a dudas, el principal mercado para el coleccionista. Su amplia difusión, los catálogos, el fácil acceso, la transparencia en los precios, les convierte en un generador de confianza tanto para el comprador como para el vendedor. Es un sistema fácil y cómodo muy utilizado por el coleccionista tanto para vender como para comprar. No tenemos que olvidar que el coleccionista no sólo es comprador, sino que también tiene en ocasiones la necesidad de deshacerse de algunas piezas de su colección. A medida que ésta crece en importancia hay ciertas piezas que no tienen encaje. En otras ocasiones venden para comprar nuevas obras de arte.
En Durán Arte y Subastas somos conscientes del valor de nuestra actividad para el coleccionismo y nos esforzamos para ofrecer una amplia selección con una detallada información de todos los objetos disponibles tanto en subasta presencial, subasta sólo online y tienda online.
Y ya en el siglo XXI tenemos que referirnos a la importancia de internet y las redes sociales en la historia del coleccionismo. Actualmente existe un gran mercado digital donde la compra y venta de obras de arte, objetos de colección y vintage a través de internet va adquiriendo protagonismo para el coleccionista del siglo XXI.
El mundo digital nos ofrece mucha información desde cualquier rincón del mundo, pero no siempre esta información es fiable. Por esta razón es importante saber utilizar esta gran herramienta visitando páginas de confianza, entrando en contacto con ellos y cruzando información.
De esta breve reflexión sobre el coleccionismo sacamos la conclusión de que es una actividad viva que evoluciona con los gustos, los hábitos. la estructura social de las diferentes épocas y los intereses del coleccionista.
Atentos a la evolución del arte, las nuevas formas de expresión y formatos, Durán Arte y Subastas ha vendido el primer NFT en España en subasta presencial. Los NFT forman ya parte de la oferta de Durán en la categoría de Arte Digital con obras de reconocidos criptoartistas como Solimán López, Javier Arrés, Gala Mirissa, Pedro Sandoval, Miguel Caravaca, Jr Casas, Pequelord, Ivona Tau o Ana Caballero & Cs Lim.
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