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Edvard Munch y el espíritu del hombre contemporáneo

El Museo Thyssen-Bornemisza presenta la exposición “Edvard Munch. Arquetipos”, compuesta por ochenta obras procedentes de distintas partes del mundo. Museo Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado 8, Madrid. Del 6 de octubre de 2015 al 17 de enero de 2016. Comisarios: Paloma Alarcó y Jon- Ove Steihaug.

La exposición que, a partir del 6 de octubre, el Museo Thyssen-Bornemisza presenta para este otoño es sin duda una de las más interesantes de la temporada expositiva. Se trata de la primera gran muestra que se le dedica, desde hace más de treinta años, a Edvard Munch (Løten, 1863 – Oslo, 1944) en Madrid.

El Grito, Edvard Munch, 1895. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, 2015.
Edvard Munch, El Grito, Lápiz litográfico y tinta china, 1895. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York, legado de Scofield Thayer, 1982. Edvard Munch. Arquetipos. Museo Thysse-Bornemisza. Madrid, 2015.

Obras de Munch procedentes de todo el mundo, muchas de ellas nunca vistas en España

Organizada en colaboración con el Munch Museet de Oslo, Edvard Munch. Arquetipos, ha sido comisariada por Paloma Alarcó, jefa de conservación de pintura moderna del Museo Thyssen, y Jon-Ove Steihaug, director de colecciones y exposiciones del mencionado museo noruego. En la muestra se podrán ver ochenta obras, entre pinturas y grabados, que recorren la larga trayectoria del pintor noruego.

Muchas de las piezas expuestas nunca se habían visto antes en España. La mitad de ellas proceden del Munch Museet, mientras que las restantes pertenecen a otras prestigiosas instituciones de distintos países, como la Kunsthaus de Zúrich, el Kunstmuseum de Basilea, la Tate de Londres, el MoMA de Nueva York o la National Gallery de Washington entre otras. También se exponen piezas de colecciones internacionales, entre las que se incluye la del Museo Thyssen-Bornemisza. Cabe destacar, a este propósito, que éste es el único museo en España que atesora obras de Munch (tanto en la colección permanente como en el depósito de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza).

Atardecer, Edvard Munch, 1888. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, 2015.
Edvard Munch, Atardecer, Óleo sobre lienzo, 1888. Atardecer, 1888. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. Edvard Munch. Arquetipos. Museo Thysse-Bornemisza. Madrid, 2015.

Edvard Munch, gran intérprete de la nueva sensibilidad del hombre contemporáneo

Como se puede ver en el video que va a continuación, bajo el lema “Munch es mucho más que El grito«, la exposición quiere ofrecer al espectador una visión más amplia de la prolífica producción del artista noruego, conocido por el gran público casi siempre sólo a través de su célebre cuadro El grito (del que el Munch Museet conserva dos versiones). En Madrid, esta obra, representativa de la obsesión y de la angustia existencial del hombre contemporáneo, se podrá ver en una versión litográfica en blanco y negro de 1895, procedente del The Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Además de ver esta pieza icónica, en la exposición se podrán conocer los diferentes aspectos tratados por Munch en su trabajo, apreciando su fuerza creadora y su capacidad expresiva.

Gran innovador de entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, Munch nunca abandonó la pintura figurativa, sin embargo trató de explorar la dimensión invisible y espiritual de la existencia humana, representando en sus cuadros esa realidad oculta que movimientos artísticos como el simbolismo y, posteriormente, el expresionismo pusieron en el centro de sus nuevos lenguajes visuales. Hoy en día Munch está considerado como uno de los padres del arte moderno, junto a Cézanne, Van Gogh o Gauguin entre otros.

Desnudo femenino de rodillas, Edvard Munch, 1919. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, 2015.
Edvard Munch, Desnudo femenino de rodillas, Óleo sobre lienzo, 1919. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. Edvard Munch. Arquetipos. Museo Thysse-Bornemisza. Madrid, 2015.

Amor, deseo, muerte, alienación, melancolía, ansiedad, enfermedad, arquetipos e imágenes ancestrales son algunas de las temáticas más recurrentes en la obra de Munch y más características de su peculiar estilo. Obras como Atardecer (1888), en la que aparece la hermana del artista, Laura; Madre e hija (1897); La niña enferma (1907) o Celos (1913) son, en este sentido, muy significativos. Con el tiempo, sus composiciones se van haciendo menos definidas, los personajes pierden su identidad y los paisajes se simplifican extremadamente, hasta casi difuminarse. En las últimas décadas de su carrera, en plena madurez artística y personal, Munch pinta con gran libertad y energía, llevando a las máximas consecuencias sus experimentaciones formales con el color y su interés por temáticas de tipo mitológico y simbólico.

Celos, Edvard Munch, 1913. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, 2015.
Edvard Munch, Celos, óleo sobre lienzo, 1913. Städel Museum, Frankfurt am Main, depósito de una colección privada. Edvard Munch. Arquetipos. Museo Thysse-Bornemisza. Madrid, 2015.

Con ocasión de la exposición, se ha publicado un catálogo (en castellano e inglés) con textos críticos de los comisarios y el volumen Cuaderno de viaje: Noruega y Edvard Munch (autoras Paloma Alarcó y Clara Marcellán). Asimismo, como viene haciendo habitualmente desde hace unos años, el Museo pondrá a disposición del público una publicación digital sobre la muestra (en español y en inglés) en la app gratuita Quiosco Thyssen para tabletas y smartphones.

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