Reseña de la exposición JULIA MARGARET CAMERON. Fundación Mapfre. Sala de exposiciones Bárbara de Braganza. C/ Bárbara de Braganza, 13. Madrid. Hasta el 15 de mayo de 2016.
Como ya sabrás si eres seguidor habitual del blog, desde Durán Arte y Subastas siempre hemos tenido un interés especial por la fotografía. En los numerosos posts que le hemos dedicado, hemos hablado de algunos de los protagonistas más destacados de su historia y de algunas de las exposiciones más relevantes que han tenido lugar en Madrid en los últimos años.
Esta semana queremos hablarte de Julia Margaret Cameron (Calcuta, 1815 – Ceilán, 1879), sin duda uno de los nombres más importantes dentro de la fotografía del siglo XIX. En concreto, te presentamos la gran retrospectiva que la Fundación Mapfre acoge en la capital, hasta el próximo 15 de mayo, en la Sala Bárbara de Braganza. En ella podrás adentrarte en la extraordinaria producción de la artista británica y disfrutar de su gran belleza e intensidad poética. En este vídeo puedes ver algunas imágenes de la muestra, acompañadas por unos comentarios de Pablo Jiménez Burillo, Director del Área de Cultura de la Fundación Mapfre:
Julia Margaret Cameron, una gran defensora de la fotografía como arte
Julia Margaret Cameron tiene un lugar especial dentro de la historia de la fotografía. A lo largo de aproximadamente quince años, realizó maravillosos retratos de sus familiares, sirvientes y amigos (que hizo posar a menudo para representar escenas religiosas, históricas y mitológicas) y de famosos intelectuales, artistas y científicos de su época, entre los que podemos recordar a Charles Darwin, William Michael Rossetti (crítico de arte y hermano del pintor prerrafaelita Dante Gabriel Rossetti), Alfred Tennyson o John Frederick William Herschel entre otros.
Siempre atenta a la iluminación, a la elección de los temas de las escenificaciones o al vestuario de los sujetos retratados, por otra parte Cameron descuidó los detalles técnicos del proceso físico y químico de la producción fotográfica, especialmente aquellos relacionados con la estampa. En muchas ocasiones, recibió duras críticas por sus técnicas arriesgadas y poco convencionales, como los desenfoques o la intervención directa sobre las fotografías. Sus obras incluían a menudo imperfecciones, arañazos, grietas y manchas, que rompían definitivamente con las reglas establecidas de su época. Sin embargo, su estilo peculiar; su planteamiento pionero y su excentricidad respecto a los cánones estéticos del purismo positivista (que buscaba en la fotografía una reproducción objetiva y fiel de la realidad) vistos desde la perspectiva de las generaciones posteriores, representan una lección fundamental de modernidad y una inspiración constante para muchos artistas que, durante el Siglo XX y la primera parte del Siglo XXI, se han dedicado y se dedican a experimentar las infinitas posibilidades expresivas de la fotografía.
Durante su vida, Cameron trabajó para que el medio fotográfico lograse forjar un lenguaje formal propio y distintivo, capaz de ocupar un espacio autónomo dentro del sistema de las artes. En este sentido, fue una defensora asidua de la fotografía como arte. A este propósito afirmó una vez: «Aspiro a ennoblecer la fotografía, a darle el tenor y los usos propios de las Bellas Artes, combinando lo real y lo ideal, sin que la devoción por la poesía y la belleza sacrifique en nada la verdad».
Una gran retrospectiva que celebra el bicentenario del nacimiento
La exposición, comisariada por Marta Weiss, conservadora de fotografía del Victoria and Albert Museum de Londres, fue organizada el año pasado en colaboración con la Fundación Mapfre, con ocasión del bicentenario del nacimiento de Cameron. Está compuesta por más de 100 obras pertenecientes a la Colección Cameron del V&A Museum, que actualmente incluye fotografías compradas directamente a la artista en vida y otras adquiridas posteriormente de otras fuentes. El Museo cuenta también con una serie de cartas originales que la fotógrafa escribió a Sir Henry Cole, fundador del South Kensington Museum (convertido posteriormente en el V&A) y gran defensor de su trabajo desde los inicios de su carrera. Algunas de estas cartas se presentan al público en la exposición, creando un diálogo muy sugerente entre las imágenes y las anotaciones autógrafas de la misma Cameron. Dicha correspondencia ha sido transcrita y recopilada para ser incluida en el catálogo que se ha publicado en coincidencia con la exposición.
El recorrido de la muestra está organizado según un criterio temático, que subdivide el conjunto de obras en cinco secciones. Las primeras cuatro corresponden a otros tantos temas, que han sido extraídos de las cartas mencionadas y reflejan la evolución de la carrera de Cameron, desde sus inicios casi azarosos a su plena madurez artística. Se trata de: Del primer éxito al South Kensington Museum; Electrizar y sorprender; Fortuna además de fama y Sus errores eran sus éxitos. La quinta sección cierra el recorrido, ofreciendo al espectador una visión más amplia sobre la fotografía en el contexto de la Inglaterra victoriana, comparando la obra de Cameron con la producción de otros fotógrafos de la época.
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