Reseña de la exposición ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA. DOCE MIRADAS AL GRECO CUATROCIENTOS AÑOS DESPUÉS. Sala de exposiciones temporales, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Calle Alcalá, 13. Madrid. Hasta el 8 de noviembre. Comisaria: Isabel Durán. Entrada libre.
“Hay muy pocos artistas ‘clásicos’ que hayan influido de forma tan intensa en el arte producido en las últimas décadas. La vigencia del proyecto artístico del Greco es clara. Probablemente sean él, Velázquez y Goya los pintores españoles que permanecen con una presencia y un aliento más plenos en la contemporaneidad”. Con estas palabras, Isabel Durán introduce al espectador en la exposición Entre el cielo y la tierra. Doce miradas al Greco cuatrocientos años después, de la que es comisaria y que, hasta el próximo 8 de noviembre, se podrá ver en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Presentada dentro del intenso programa de actividades y eventos para la conmemoración del IV Centenario de la muerte del Greco, que se está celebrando este año, la exposición Entre el cielo y la tierra pretende evidenciar el vínculo estrecho que sigue ligando hoy en día a la creación artística actual con la del pintor cretense. En este sentido, a través de técnicas muy diferentes, doce artistas contemporáneos como José Manuel Broto, Jorge Galindo, Pierre Gonnord, Luis Gordillo, Cristina Iglesias, Marina Núñez, Joan Fontcuberta o Montserrat Soto entre otros instauran un diálogo ideal con El Greco.
Cada uno de los artistas retoma un aspecto estético, temático o estilístico de El Greco y lo reelabora de manera personal. Su presencia está continuamente evocada, más o menos explícitamente, en las diferentes obras y aparece concretamente materializada en su célebre pintura San Jerónimo (h. 1605-1610) perteneciente a la colección del Museo de la Academia.
Como explica la propia Isabel Durán en el siguiente video, la exposición “se centra en mostrar en qué medida El Greco sigue vivo en el arte que se produce hoy en día”. Según la comisaria, entre los elementos de gran modernidad que caracterizaron en su día el trabajo del artista hay que destacar sin duda su gran individualidad: una faceta muy específica de este artista y que representa un rasgo definitorio del arte que se produce en nuestros días. Asimismo, cabe recordar su espiritualidad, que sitúa la labor del artista “entre el cielo y la tierra” y que sigue permaneciendo como una impronta muy profunda en el arte actual.
Tras su redescubrimiento, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, la obra de El Greco ha sido estudiada por casi todos los grandes pintores contemporáneos – desde Manet y Cézanne a Dalauny, Modigliani, hasta Picasso y Pollock – por su extraordinaria modernidad y expresividad. En el siglo pasado, su primera muestra en Madrid tuvo lugar en 1902, en el Museo del Prado, donde actualmente se puede ver otra exposición imprescindible para los apasionados de este artista interesados en profundizar su relación con el arte moderno y contemporáneo: El Greco y la pintura moderna. La muestra evidencia la influencia esencial de la pintura de El Greco en la creación contemporánea y su importancia como referencia imprescindible para los grandes maestros de la pintura del último siglo y medio.
Recientemente en Madrid pudimos ver expuesta una joya del maestro cretense – una réplica de la célebre pintura El Expolio de Cristo (ca. 1577-1579) – en la muestra de la Colección Masaveu en CentroCentro Cibeles, a la que dedicamos un post en nuestro blog.
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