Reseña de la exposición EL BOSCO. LA EXPOSICIÓN DEL V CENTENARIO. Museo Nacional del Prado. Calle Ruiz de Alarcón 23. Madrid. Hasta el 11 de septiembre de 2016.
Como ya te adelantamos en el post de la semana pasada, hasta el próximo 11 de septiembre, el Museo nacional del Prado acoge El Bosco. La exposición del V Centenario. Organizada con el patrocinio exclusivo de la Fundación BBVA, para celebrar los quinientos años del fallecimiento del pintor holandés Hieronymus van Aken (h. 1450-1516), conocido en España como El Bosco, la muestra representa un hito histórico. Se trata de hecho de la primera y más completa exposición que se le haya dedicado nunca a este pintor (y su primera monográfica en el Prado y en España).
Una muestra sin antecedentes
El Bosco. La exposición del V Centenario reúne por primera vez en un mismo espacio la mayoría de las obras de El Bosco. Como afirma la comisaria, Pilar Silva, Jefe de Departamento de Pintura española (1100-1500) y Pintura flamenca y Escuelas del norte del Prado, esta exposición es el cumplimiento de un proceso muy largo. Todo empezó hace más de treinta años, cuando el Museo del Prado firmó un convenio con el entonces alcalde de ‘s-Hertogenbosch (Bois-le-Duc), ciudad natal de El Bosco, situada en la actual Holanda, a la que el pintor vinculó su fama al firmar sus obras como “Jheronimus Bosch”.
Gracias a una intensa labor de investigación y colaboración, que se ha ido intensificando en los últimos años y que ha permitido acceder a los préstamos generosos de importantes instituciones nacionales e internacionales, hoy podemos admirar en Madrid un conjunto excepcional de obras de El Bosco. Las piezas han sido restauradas para esta ocasión y difícilmente será posible volver a verlas juntas en el futuro. En este vídeo puedes ver algunas imágenes de la exposición y escuchar los interesantes comentarios de la propia comisaria:
El Bosco, un pintor enigmático y fascinante
En sus pinturas sobre tabla, El Bosco supo combinar temas áulicos procedentes de fuentes religiosas como la Biblia, que representó con gran sensibilidad espiritual y con fines moralizantes, y temas populares de extraordinario realismo, en los que no faltan matices sarcásticos, satíricos, grotescos y de crítica social. Sus cuadros están llenos de referencias simbólicas, presencias demoniacas, elementos misteriosos y escenas apocalípticas. Al mismo tiempo, presentan un rigor absoluto en la descripción naturalista de las ambientaciones, que en muchos aspectos se adelanta a lo que será el futuro genero pictórico del paisaje.
A causa de la gran expresividad de los personajes que pueblan sus composiciones, así como por su compleja iconografía onírica y visionaria, la enigmática pintura de El Bosco ha sido muy valorada en la época contemporánea por movimientos artísticos como el Expresionismo o el Surrealismo. También cautivó a sus contemporáneos. El rey Felipe II fue un gran admirador suyo y uno de sus máximos coleccionistas. Gracias a su interés, hoy en día España conserva el mayor conjunto de originales de El Bosco. El Museo del Prado, heredero de la Colección Real junto con Patrimonio Nacional, atesora seis piezas, todas expuestas en esta muestra, entre las que destacan los magníficos trípticos de El jardín de las delicias, la Adoración de los magos y el Carro de heno.
Un recorrido temático, con un montaje muy especial
En El Bosco. La exposición del V Centenario el espectador tendrá el privilegio de ver en las salas del Prado el repertorio más completo del artista, a través de un montaje expositivo pensado y realizado adrede para contemplar exentos los trípticos más importantes de El Bosco (de los que se podrán ver tanto el anverso como el reverso de las obras).
Ante la imposibilidad de organizar un recorrido cronológico cierto, debido a la escasez de información biográfica y de documentación sobre el autor (quien por otra parte nos ha dejado muy pocas obras firmadas), se ha privilegiado el criterio temático, articulando la muestra en siete áreas distintas.
La exposición consta de más de cincuenta obras, de las que veintiuna pinturas y ocho dibujos son originales del Bosco (aproximadamente las tres cuartas partes de su producción actualmente conservada). Las otras piezas son grabados, relieves, miniaturas y pinturas de otros autores que contextualizan el ambiente en que vivió y trabajó El Bosco. Además de sus obras habitualmente conservadas en el Prado, se exponen el Camino del Calvario de El Escorial; San Juan Bautista de la Fundación Lázaro Galdiano y otras obras que han llegado a Madrid gracias a los préstamos de instituciones como el Museo del Louvre de París; el Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa; las Gallerie dell’Accademia de Venecia; el Museum Boijmans Van Beuningen de Róterdam; la National Gallery de Londres; la Albertina de Viena; la National Gallery of Art. Samuel H. Kress Collection de Washington D.C. o el Metropolitan Museum of Art de Nueva York entre otras.
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