Reseña de la exposición VIVIAN MAIER. Street photographer. Fundación Canal. C/ Matteo Inurria, 2. Madrid. Hasta el 16 de agosto de 2016. Dentro del Festival PHOTOESPAÑA 2016.
Hace menos de diez años, Vivian Maier (Nueva York, 1926 – Chicago, 2009) era una completa desconocida. Hoy, y casi por casualidad, es todo un fenómeno mediático y está considerada como un auténtico icono de la fotografía de calle contemporánea. Su trabajo ha sido comparado con el de leyendas de la fotografía norteamericana, como Harry Callahan, Diane Arbus, Robert Frank, Lisette Model, William Klein, Garry Winogrand, Weegee o Helen Levitt entre otros. La historia del inesperado reconocimiento del valor de su obra parece inspirada en una novela de fantasía, o de una película extraña. Sin embargo, es totalmente real.
El año pasado, en Madrid, se pudo ver un pequeño avance de su trabajo en la exposición Vivian Maier: portrait (self) portrait, organizada por Bernal Espacio Galería & Proyectos en colaboración con la galería neoyorquina Howard Greenberg. Tras aquella primera aparición en España de la obra de esta extraordinaria fotógrafa, la Fundación Canal presenta ahora, hasta el próximo 16 de agosto, VIVIAN MAIER. Street photographer, una gran antológica dentro del marco del Festival internacional de fotografía y artes visuales PhotoEspaña 2016.
Del anonimato a la fama póstuma universal
Niñera de profesión y fotógrafa sólo por afición, durante su vida Maier consiguió acumular más de 2.000 rollos de película sin revelar, 5.000 fotografías impresas, más de 120.000 negativos y muchas grabaciones de sonidos urbanos e imágenes en Super 8 y 16 mm. Esta montaña de material audio-visual quedó prácticamente inédito hasta el fallecimiento de Maier en 2009.
El artífice principal de su planetario éxito post mortem es un joven fotógrafo, filmmaker e historiador del arte de Chicago, llamado John Maloof. El mismo Maloof cuenta la increíble historia de Vivian Maier, y del descubrimiento de su obra, en la página web dedicada a la divulgación de este inmenso tesoro artístico, reunido ahora en la Maloof Collection. Dicho descubrimiento tuvo lugar en 2010. Ese año Maloof, para documentar un estudio sobre la ciudad de Chicago en el que estaba trabajando, compró, en una pequeña subasta de Chicago, todas las pertenencias de Maier que, después de su muerte, habían sido depositadas en un guardamuebles. Entre otras cosas, las cajas, adquiridas por Maloof por la cifra de 400 dólares, contenían el legado fotográfico y audiovisual completo de Maier.
La pasión de Maier por la fotografía y la aventura de su definitiva consagración por parte de los críticos norteamericanos más importantes están contadas en el documental Finding Vivian Maier (2013), dirigida por Maloof. La película fue nominada a los Oscar en 2014 al “Mejor largometraje documental”. Desde entonces, no ha parado de recibir reconocimientos en festivales de todo el mundo, de Berlín a Miami, de Toronto a Rio de Janeiro. A continuación te dejamos un vídeo con el tráiler oficial de la película:
La primera gran exposición de Maier en nuestro país
Comisariada por Anne Morin, directora de diChroma photography, VIVIAN MAIER. Street photographer es la primera gran exposición de Maier en nuestro país. En ella se podrá repasar su trayectoria creativa y conocer detenidamente las principales temáticas tratadas en sus fotografías a lo largo de cuatro décadas. En este vídeo puedes ver una interesante presentación de la muestra:
La exposición reúne un total de 120 fotografías y una selección de contactos. Las obras están realizadas por las calles de Nueva York y Chicago, entre 1950 y 1981: 100 imágenes, en blanco y negro, cubren el periodo de 1950 a 1970; otras 20, a color, van de 1965 a 1981. Además, se proyectan 9 películas en Súper 8, realizadas entre 1965 y 1973.
Concebida como un paseo visual por las calles de las dos grandes metrópolis norteamericanas en el siglo XX, la exposición se divide en seis secciones temáticas: Infancia, Retratos, Formalismos, Escenas de calle, Autorretratos y Fotografías a color. En este intenso recorrido Maier nos acompaña explorando rincones insólitos del espacio público; congelando situaciones fugaces; retratando transeúntes y personajes anónimos que pueblan el abigarrado mundo urbano. Sus fotografías, en las que a menudo la vemos aparecer autorretratada en superficies reflejantes o en forma de sombra, tienen un indiscutible valor histórico-documental. Si embargo están caracterizadas también por una habilidad compositiva y una divertida actitud lúdica a las que se añade una gran intensidad emotiva.
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