Reseña de la exposición “LOS FAUVES. LA PASIÓN POR EL COLOR”. Fundación Mapfre. Paseo de Recoletos 23, Madrid. Hasta el 29 de enero de 2017. Comisaria: María Teresa Ocaña.
Pasión; vitalidad; pulsión; entusiasmo; un estilo antiacadémico, totalmente libre y rupturista, que buscaba la expresión de la individualidad y la autonomía artística; una experimentación arbitraria de las formas y el uso de colores puros son algunos de los elementos típicos del movimiento fauvista, que, a principio del siglo XX, introdujo un nuevo modo de ver la realidad y de representarla a través de la pintura.
En España el Fauvismo es menos conocido que otras corrientes pictóricas, como el Impresionismo, el Expresionismo o el Cubismo. En la primavera de 2009 se celebró, en el CaixaForum de Madrid, una importante monográfica sobre Maurice de Vlaminck (1876-1958), uno de los protagonistas del grupo fauve. Presentada por primera vez en 2008, en el Musèe de Luxembourg de París, para celebrar el cincuenta aniversario de la muerte del pintor francés, aquella fue la primera muestra dedicada a Vlaminck en nuestro país. Sin embargo, hasta ahora, nunca se había organizado una gran exposición sobre el movimiento en sí.
Esta laguna se ha colmado ahora con la exposición Los Fauves. La pasión por el color, que se podrá ver, hasta el próximo 29 de enero de 2017, en la Fundación Mapfre de Madrid. Se trata de la primera exposición en España que hace un repaso completo y cuidado del Fauvismo.
En este vídeo puedes ver algunas imágenes de la muestra, con comentarios de la comisaria, María Teresa Ocaña, y del Director del Área Cultura de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez Murillo:
La revolución colorista de las «fieras»
Entre 1905 y 1907, los fauves llevaron a cabo una auténtica revolución artística, exasperando y sobrepasando las innovaciones introducidas, a partir del último cuarto del siglo XIX, por movimientos artísticos anteriores, como el Impresionismo, el Postimpresionismo de Van Gogh, Cézanne y Gauguin, el Neoimpresionismo y el Puntillismo de Seurat y Signac. En este sentido, esta breve pero muy intensa experiencia, que se puede considerar como la primera vanguardia artística del siglo XX, abrió las puertas a otros movimientos, más o menos coetáneos o ligeramente posteriores, como Die Brücke, Der Blaue Reiter, el Expresionismo alemán, el Cubismo, el primer Futurismo o las primeras experimentaciones paisajísticas de Kandinsky y Mondrian (que desembocarían más tarde en la superación de la tradición figurativa hacia la abstracción).
Compuesto por artistas con una personalidad muy fuerte, el grupo de los fauves se formó a partir de un grupo de estudiantes de pintura en el taller de Gustave Moreau (1826–1898), precursor del simbolismo y del surrealismo, que, a finales de la última década del siglo XIX, se aglutinaron en torno a la figura de Henri Matisse (1869-1954). Además de Matisse, formaron parte del grupo fauvista: André Derain, el ya mencionado Maurice de Vlaminck, Albert Marquet, Henri Manguin, Charles Camoin, Jean Puy, Raoul Dufy, Othon Friesz, Georges Braque, Georges Rouault y Kees van Dongen.
Violencia expresiva y colores arbitrarios (puros y “antinaturales”) fueron las marcas distintivas del grupo. Las obras que estos artistas expusieron, en octubre de 1905, en la Sala VII del Salon d’Automne de París, suscitaron gran escándalo. El crítico francés Luis Vauxcelles escribió una crítica en la que tachaba estos pintores y sus obras de “salvaje”. A partir de dicho artículo, titulado Donatello parmi les Fauves (Donatello entre las fieras), el grupo empezó a ser llamado “les fauves”, las fieras.
Un repaso del movimiento fauvista, desde los origines hasta el final
Compuesta por más de cien obras, entre pinturas, dibujos, acuarelas y piezas de cerámica, Los Fauves. La pasión por el color presenta al espectador un recorrido completo por el movimiento fauvista, desde sus inicios hasta su disolución, a finales de 1907, incluyendo obras de todos los artistas que formaron parte del grupo.
Entre los más de ochenta prestadores que han colaborado en este proyecto, destacan la TATE de Londres, el Centre Georges Pompidou de París, el Musée d’art moderne de la Ville de Paris, la Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen de Düsseldorf, el Milwaukee Art Museum o el Statens Museum de Dinamarca, además de varios coleccionistas particulares.
La exposición está organizada según el criterio cronológico y permite apreciar tanto la evolución estilística de los pintores como las relaciones personales y artísticas que estos desarrollaron entre sí y sus influencias reciprocas.
La muestra se articula en cinco grandes secciones: El fauvismo antes del fauvismo, en la que se muestran los primeros intentos pictóricos durante los años de formación; Los fauves se retratan, en la que destacan los retratos que Henri Matisse y André Derain se hicieron mutuamente en 1905; Acróbatas de la luz; La fiereza del color; Senderos que se bifurcan. Además de estas cinco secciones principales, se podrán visitar dos pequeñas secciones dedicadas al dibujo y a la cerámica. Con ocasión de la muestra, la Fundación Mapfre ha editado un catálogo con ensayos científicos de algunos de los máximos expertos en el fauvismo a nivel internacional.
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